Culiacán, Sinaloa.- Cuando apenas pasa el susto por el sismo, llega un derrumbe de un techo, una fuerte lluvia que anega calles y provoca arroyos, el incendio de una pipa de gas, y de nuevo una persona atorada en medio de un arroyo pluvial.
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En todos ellos, los cuerpos de Protección Civil, Bomberos y voluntarios, luchan por salvar a ciudadanos que en su mayoría arriesgan no sólo su vida sino la de terceros al retar a la naturaleza y meterse en zonas de riesgo, aunque en otras también son meros accidentes.
En este entorno laboral se desenvuelven Julio Leyva, David Sarabia y Ramón Tapia, el primero, jefe de ellos, los otros dos, parte del equipo de Protección Civil Estatal, a quienes les ha tocado salir a rescatar vidas. Las últimas, la de don Gilberto, el señor de la moto que se impactó contra una pipa de gas en la colonia 5 de Mayo, y la de un joven en un arroyo frente a la capilla de Malverde.
Ramón Tapia relata que en el caso de la pipa de gas, era una acción contra el tiempo sacar al herido y detener la hemorragia de su pierna amputada, donde había el riesgo mayor de que explotara el tanque de gas completo.
“Esa válvula estaba liberando presión, por ende, sabíamos que no nos iba a pasar nada en ese momento, el problema es que la válvula se detenga y deje de liberar presión, es cuando pueda producir un bleve, que es una explosión del tanque”, indicó.
David Sarabia, quien sacó a don Gilberto de la zona caliente donde estaba el fuego de la camioneta, destacó que pese al temor del estallido, pusieron a salvo al herido.
“Ocupaban el apoyo de una persona que tenía una pierna amputada, y pues yo y mis compañeros Ramón fuimos los que llegamos a tiempo, teníamos que extraer a la persona lo más rápido que pudiera uno”, externó.
Además de este caso, estos últimos días el trabajo de Protección Civil se ha intensificado, pues con las lluvias la gente sigue metiéndose a los arroyos en sus autos, quienes terminan por pedir auxilio al quedarse varados.
Ramón, David y Julio Leyva, este último jefe de la Unidad de Emergencias de Protección Civil, relataron el riesgo de electrocutarse que tuvieron al rescatar al joven que la mañana de este viernes tuvo que ser sacada de su vehículo al quedar atrapado en medio de las aguas, que subieron un metro por la avenida Independencia, casi esquina con 16 de Septiembre, cerca de Palacio de Gobierno.
“Y nos miran trabajar, que estamos haciendo labores de rescate dentro del agua con las personas y la gente se vuelve a ir a meter. Y mucha gente no dimensiona que, por ejemplo, había luz, había corriente… el agua llegaba hasta los transformadores”, externaron.
Además, la frustración fue mayor pues apenas acababan de sacar a esta persona, una mujer a bordo de una camioneta y un motociclista burlaron la patrulla que se puso en la vialidad para evitar el paso de unidades motrices, quedando también varados en medio del agua.
Pese a todos estos riesgos, Julio, David y Ramón asumen su responsabilidad y están dispuestos a seguir saliendo a la calle a salvar vidas.Además de este caso, estos últimos días el trabajo de Protección Civil se ha intensificado, pues con las lluvias la gente sigue metiéndose a los arroyos en sus autos, quienes terminan por pedir auxilio al quedarse varados.
Ramón, David y Julio Leyva, este último jefe de la Unidad de Emergencias de Protección Civil, relataron el riesgo de electrocutarse que tuvieron al rescatar al joven que la mañana de este viernes tuvo que ser sacada de su vehículo al quedar atrapado en medio de las aguas, que subieron un metro por la avenida Independencia, casi esquina con 16 de Septiembre, cerca de Palacio de Gobierno.
“Y nos miran trabajar, que estamos haciendo labores de rescate dentro del agua con las personas y la gente se vuelve a ir a meter. Y mucha gente no dimensiona que, por ejemplo, había luz, había corriente… el agua llegaba hasta los transformadores”, externaron.
Además, la frustración fue mayor pues apenas acababan de sacar a esta persona, una mujer a bordo de una camioneta y un motociclista burlaron la patrulla que se puso en la vialidad para evitar el paso de unidades motrices, quedando también varados en medio del agua.
Pese a todos estos riesgos, Julio, David y Ramón asumen su responsabilidad y están dispuestos a seguir saliendo a la calle a salvar vidas.
