Florida, EU.— Una madre colombiana, llamada Olga Aramburo, fue deportada de Estados Unidos hace más de diez años junto a su esposo, el padre de sus hijos.
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Creyó que no volvería a Estados Unidos o por lo menos de la manera en la que la vida la hizo que regresara, ella esperaba regresar cuando sus hijos la pudieran hacer ciudadana americana, pero no fue así; pues en esta ocasión Olga Aramburo tuvo que pedir una visa humanitaria que le permitiera ingresar de nueva cuenta al país norteamericano.
Fue gracias a la visa humanitaria que Olga pudo ingresar a EU, pero no como ella quería sino, para recoger el cuerpo de su hijo de 20 años, Matthew Travi, que murió en un accidente en una bahía de Miami Beach mientras trabajaba.
“Quizá él era demasiada luz en esta oscuridad de mundo”, comentó Olga Aramburo.
Después de algunos años de estar separada de sus hijos, Olga pudo finalmente fundirse en un abrazo con su hija Valery, y con su nieto que no conocía, hijo de Matthew, después de llegar a Florida, debido a la lamentable perdida de su hijo.
“Tuvo que pasar esto para que yo pudiera entrar al país”, mencionó Olga con lágrimas en los ojos y sollozando.
Después de ser deportada ella y su esposo, hace 12 años, llegó con la misión más amarga que una madre puede vivir; sepultar a su hijo de tan solo 20 años de edad.
“Ese sueño de llegar a este país de nuevo y que él me recibiera, porque lo soñábamos siempre, y saber que las circunstancias que me regresaron fue la muerte de él”, agregó la madre colombiana.
Fue el pasado 04 de julio que María, esposa y madre del hijo de 3 años Matthew Travi, recibió una llamada de la policía quienes le dieron la terrible noticia, por lo que ella salió tan pronto como pudo al hospital.
“Lo trataron de reanimar y no respondió y murió”, Ana María Travi, esposa de Matthew.
Matthew era operador de jet ski, y había sido atropellado por un bote mientras montaba uno de ellos, esto a tan solo minutos de haber concluido su jornada de trabajo.
Para Valery, la hermana de Matthew, ahora solamente le quedan los recuerdos y sueños de su hermano.
“Su sueño era ser futbolista”, aseguró Valery.
Cabe destacar que ahora Valery podría pedir la residencia de sus padres, pues ya es mayor de edad.
